“Este es mi primer recital como solista en la provincia, por eso es tan importante para mí”, afirma el tucumano Mauro Olmos. Se refiere al recital de piano Schubert-Beethoven que dará hoy a las 21 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265), presentado por Weltmusik.
El pianista de 27 años le cuenta a LA GACETA que en su casa “había un piano eléctrico de mi hermano mayor, que empezó a estudiar y después dejó; a los ocho años empecé a estudiar con un profesor en casa y ya entonces le había tomado cariño a la música”.
A los 12 años Olmos empezó sus estudios formales en el Ismunt, donde dio sus primeros pasos pianísticos con Sonia González. A los 18 años se radicó en Valencia (España) donde estudió con el maestro Brenno Ambrosini. De vuelta en Buenos Aires se graduó de licenciado en Artes Musicales, y se perfecciona con los maestros Darío Ntaca y Alfredo Corral.
Actualmente se desempeña como profesor particular de piano de muchos alumnos y como concertista. El fin de semana pasado tocó en Mar del Plata. Dio varios recitales en Paraguay y hace poco actuó junto a un colega en una iglesia del siglo XVI, en Suiza.
Respecto de sus preferencias al elegir repertorio, señala: “tengo más empatía con ciertos compositores, aclarando que en realidad cada compositor me dice algo especial. Por ejemplo, con Beethoven siento esa conexión espiritual; era un avanzado en el 1800 en términos humanísticos; cómo a través de la música da un mensaje de amor, paz y fraternidad. Con Schubert siento su melancolía, ese sufrimiento que incluso en una tonalidad mayor suena triste”.
Como referentes nombra a Ntaca, “que me dio toda la base para interpretar casi cualquier obra, y a Martha Argerich, la más grande de todos los tiempos; mi maestro tiene 40 años de relación con ella, así que la siento como una madrina musical”. Olmos ofrecerá esta noche la Sonata op. 2 N° 3 de Ludwig van Beethoven, con sus cuatro movimientos, y cuatro Impromptus del pionero de esa forma musical de un solo movimiento, Franz Schubert.